domingo, 30 de diciembre de 2012

El silencio de Dios

Muchas veces nos preguntamos ¿por qué razón Dios no nos contesta, por qué razón, Dios se queda callado? o ¿por qué el Señor permite circunstancias difíciles y aparentemente injustas? Muchos de nosotros quisiéramos que Él nos respondiera lo que deseamos oír, pero Dios no es así. Dios nos responde aún con el silencio. Él sabe lo que está haciendo y sabe lo que es mejor para cada uno de nosotros.

Los hombres queremos tener respuestas a todos las interrogantes, más aún, cuando alguna de estas interrogantes tiene el aspecto de fracaso, injusticia o falto de sentido común, nuestro interior se debate y se revela en cuestionamientos y en querer dar las respuestas que nos parecen más acertadas.

La vida de Dios está rodeada de silencio. La maravillosa creación del hombre y su gestación, toda ella se va realizando en el silencioso vientre de una madre. La eterna generación de su Hijo Jesucristo, la Encarnación se tiene “en medio del silencio”... (Sal 18, 4ss). "Una palabra habló el Padre, que fue su Hijo, y ésta habla siempre con eterno silencio" (San Juan de la Cruz, Max 21).

El silencio de la creación Los espectáculos más grandiosos de la naturaleza se desenvuelven en perfecto silencio: un amanecer, el correr de un río, el espejo de un lago, el volar de un pájaro. No nos extrañemos si en ocasiones no escuchamos a Dios, él habla sí, pero en el silencio, nuestro corazón necesita estar en silencio para maravillarnos y ahí descubrir a Dios

RITUAL DE FIN DE AÑO

Hace poco más de dos años, tompe un curso de rituales espirituales para recibir al año nuevo. Conectar con la parte espiritual es un acontecimiento maravilloso. Dejas de buscar ansiosamente cosas que suplan esa carencia de Dios y te sumerges en un mar de posibilidades junto con el.

Quiero compartir concretamente tres bendiciones: Oro, incienso y Mirra, tomados de un ritual intercultural. Recordemos que los Magos de oriente tenían diferentes creencias, costumbres, pero todos ofrecieron al niño Dios regalos que tenían un alto contenido espiritual.

Feliz año nuevo 2014 lleno del amor de Dios manifestado en las pequeñas cosas de la vida!

Psic. Mar Gálvez
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Oro.- Significa la abundancia. Enciendo una vela dorada la noche antes del Año nuevo (solo o un acto familiar), puedo utilizar también alguna o varias alhajas de oro y la bendición:

“Te bendigo con la abundancia y plenitud de bien ahora y a través del año que comienza. Tienes más que suficiente para disfrutar y compartir y compartes de manera gozosa. Tu dar bendice tu mundo personal y planetario ahora. Tu dar te enriquece a ti y a tu mundo ahora”

Incienso.- Representa la transmutación de experiencias amargas e infelices. Se enciende la varita de incienso curado (incienso de copal con canela):

“Te bendigo con la transmutación de todas tus experiencias amorosas e infelices del pasado y del presente. Dios ha estado y está presente en todas ellas haciendo que solo llegue el bien a ti entonces y ahora”

Mirra.- Representa el gozo, las cualidades divinas que no deben olvidarse ni despreciar. La mirra es una resina que se extrae de la corteza de un árbol. Se encuentra en aceites, esencias y como tal en los mercados que vendan hierbas o en lugares donde venden esencias.

“Te bendigo con la belleza y la dulzura ahora y a través del año que comienza. La belleza y la dulzura se derrama en tu vida, prosperan, armonizan y alegran tu corazón ahora y siempre.